16 días / 15 noches

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Un viaje por la Costa Oeste de EE.UU., combinando la energía vibrante de San Francisco y Los Ángeles con la inmensidad de los parques nacionales. Desde las secuoyas gigantes de Mariposa Grove hasta los paisajes surrealistas de Death Valley, el Gran Cañón y Monument Valley, cada día es una postal en movimiento. Recorreremos la mítica Ruta 66, exploraremos los desiertos de Utah y Nevada, y nos dejaremos llevar por la magia de Las Vegas. Una aventura épica entre ciudades icónicas y naturaleza deslumbrante.

Highlights

San Francisco

Tranvías trepando colinas, las Painted Ladies, Chinatown y el Golden Gate emergiendo entre la niebla. San Francisco es un cóctel de cultura, historia y paisajes inolvidables.

Yosemite y las secuyoas milenarias

La fuerza de la naturaleza en estado puro: cascadas atronadoras, valles glaciares y secuoyas colosales. Un paraíso para los amantes de la aventura.

Monument Valley y el Gran Cañón

Los paisajes más icónicos del Oeste americano: mesetas rojizas, carreteras infinitas y el impresionante abismo del Gran Cañón al amanecer.

Los Ángeles y la Ruta 66

Hollywood, Venice Beach y la mítica Ruta 66 nos llevan al corazón de la cultura americana. La ciudad de las estrellas es el broche perfecto para el viaje

Itinerario

Día 1 rumbo a la costa oeste
Avión sobrevolando un cielo azul y rosado

Es hora de poner rumbo a una de las rutas más icónicas del mundo. Un vuelo nos lleva a San Francisco, donde aterrizamos listos para descubrir la ciudad de la niebla y sus colinas infinitas. Bienvenidos a California.

La famosa cárcel de Alcatraz (San Francisco), rodeada completamente de mar

La bahía nos da los buenos días con el vaivén de sus tranvías y el aroma a café que se cuela entre las colinas. San Francisco es pura personalidad: vanguardista, nostálgica y vibrante a la vez. Cruzamos el icónico Golden Gate, muchas veces envuelto en su misteriosa niebla, mientras la silueta de la ciudad emerge entre los rascacielos y las casas victorianas. En Fisherman’s Wharf, el bullicio de los turistas se mezcla con el graznido de los leones marinos, y en cada esquina hay un puesto de clam chowder humeante en su característico pan de masa madre. Por la tarde, la historia nos llama desde Alcatraz: la prisión más famosa del mundo nos espera con relatos de fugas imposibles y ecos del pasado en sus pasillos de piedra. Cuando cae el sol, San Francisco ya nos tiene atrapados.

La famosa calle Lombard Street de San Francisco, conocida por sus constantes curvas

Hoy la ciudad se despliega ante nosotros con su encanto inconfundible. Nos adentramos en Chinatown, el barrio chino más antiguo de Norteamérica, entre farolillos rojos, templos escondidos y mercados donde el ajetreo nunca cesa. Luego, nos perdemos en las coloridas calles de Mission District, con sus murales vibrantes que cuentan historias de lucha, arte y comunidad. y el famosos barrio de Castro, un barrio vibrante y símbolo mundial de la lucha por los derechos LGBTQ+. Su historia está marcada por la diversidad, la resistencia y la celebración de la identidad.

Las famosas Painted Ladies nos regalan una postal clásica de San Francisco, esas casitas victorianas perfectamente alineadas con el skyline de la ciudad de fondo. Nos dirigimos a Union Square, epicentro comercial y cultural. Después, nos enfrentamos a la serpenteante Lombard Street, esa calle en zigzag rodeada de flores y mansiones. Con cada paso, San Francisco nos sorprende, nos envuelve y nos deja claro que aquí, cada barrio es un mundo por descubrir.

Dejamos atrás la silueta inconfundible de San Francisco y el azul de su bahía para adentrarnos en un paisaje completamente distinto. Las colinas urbanas dan paso a un horizonte de montañas y bosques infinitos. El viaje nos lleva a través de carreteras serpenteantes, pequeños pueblos con encanto y paisajes que anuncian la grandeza natural que nos espera.

Nuestro destino es Mariposa Grove, donde las secuoyas gigantes se alzan como guardianas del tiempo. Cruzamos el umbral de este bosque antiguo y el aire se impregna de una quietud solemne. Caminamos entre estos gigantes milenarios, tocamos su corteza rugosa, sentimos su inmensidad y nos dejamos envolver por su historia. Aquí, en la sombra de colosos como el Grizzly Giant o el California Tunnel Tree, todo cobra otra dimensión. Nos sentimos pequeños, humildes, pero a la vez conectados con algo mucho más grande que nosotros.

El día transcurre entre senderos cubiertos de musgo, la luz filtrándose entre las copas altísimas y el crujir de la naturaleza viva bajo nuestros pies.

Vista paradisiaca en Yosemite, con un bosque y un lago

Descubrimos la inmensidad de Yosemite, un santuario natural donde la belleza es tan descomunal como las montañas que nos rodean. Nos adentramos en el corazón del parque, donde los acantilados de granito se alzan como titanes y las cascadas caen con una fuerza sobrecogedora. Nos detenemos a admirar el emblemático El Capitan, donde escaladores desafían la gravedad, y el majestuoso Half Dome, cuya silueta se recorta contra el cielo.

Pronto dejamos atrás el verdor del parque para adentrarnos en una carretera que parece conducirnos a otro planeta. El Tioga Pass nos regala un desfile de paisajes cambiantes: lagos de un azul gélido, prados alpinos, formaciones rocosas esculpidas por el tiempo. Cada curva es una nueva sorpresa. Y entonces, aparece ante nosotros Mono Lake, un paisaje surrealista que parece sacado de un sueño. Esas esculturas de piedra caliza que emergen del agua, crean una escena casi irreal. El contraste con Yosemite es abrumador: de los bosques frondosos a este paisaje árido y onírico en apenas unas horas de camino. 

Uno de los famosos puntos de la zona desértica de Death Valley,

Nos espera un paisaje extremo, un desierto que parece sacado de otro mundo. Death Valley nos recibe con su calor abrasador, sus dunas doradas y su silencio absoluto. Aquí, la naturaleza no da tregua, pero la belleza es hipnótica. En Badwater Basin, el punto más bajo de Norteamérica, caminamos sobre un suelo de sal que brilla bajo el sol despiadado. En Zabriskie Point, las montañas se pliegan en un mar de colores ocres y dorados. Y en las dunas de Mesquite Flat, el viento esculpe formas efímeras que cambian con cada ráfaga.

Al final del día, el desierto se desvanece en el retrovisor y, como un espejismo de neón, aparece Las Vegas. Un destello de luces en medio de la nada. Entramos en la ciudad del exceso, donde el día nunca termina y la noche es un espectáculo interminable. Luces, casinos, fuentes danzantes y la promesa de una noche inolvidable nos esperan en esta burbuja de fantasía.

Vista nocturna de la ciudad de Las Vegas, totalmente iluminada y llena de vida

Nos sumergimos en el delirio de Las Vegas. Desde la extravagancia de los hoteles temáticos hasta los espectáculos callejeros, todo aquí está diseñado para asombrar. Caminamos por el Strip, esa arteria de luces y excesos, donde París, Nueva York y Venecia coexisten en un mismo boulevard.

Para los que buscan adrenalina, hay montañas rusas en la cima de rascacielos y saltos al vacío desde la Stratosphere. Para los curiosos, hay museos de neón, capillas de bodas exprés y cócteles que desafían la sobriedad. Y cuando cae la noche, la ciudad se transforma en un espectáculo de luces, música y euforia. En Las Vegas, todo es posible, y la única regla es dejarse llevar.

El sol ilumina las formaciones rocosas de Zion Canyon

Dejamos atrás el brillo artificial de Las Vegas y nos adentramos en un mundo donde la naturaleza es la única protagonista. Pronto, la carretera nos conduce a Zion, un paraíso de cañones esculpidos por el tiempo, donde las paredes de roca roja se alzan como catedrales de piedra. Caminamos entre sus senderos, sintiendo la energía imponente del parque. En The Narrows, el agua nos guía a través de un desfiladero estrecho y majestuoso.

Pero el viaje sigue, y a medida que avanzamos, el paisaje se transforma. Zion nos despide con su roca rojiza, y Bryce Canyon nos da la bienvenida con su anfiteatro de hoodoos, esas extrañas y mágicas formaciones rocosas que parecen salidas de otro mundo. Nos detenemos al borde del cañón, contemplando el laberinto de torres de piedra que el sol tiñe de naranjas y rosas intensos. Y cuando cae la noche, las estrellas se encienden sobre nosotros con una claridad que solo se encuentra en lugares como este.

Vista de los hoodoos de Bryce Canyon desde lo alto del mirador

Nos despertamos con el sol iluminando las torres de Bryce y antes de despedirnos podemos seguir explorando este maravilloso parque caminamos entre los hoodoos, sintiéndonos diminutos ante ellos.

Una vez maravillados con este paisaje de otro planeta seguimos la ruta hacia el desierto de Arizona. El camino nos lleva hasta Page, una pequeña ciudad que esconde algunos de los paisajes más icónicos del suroeste de Estados Unidos. Nos acercamos a Horseshoe Bend, donde el río Colorado dibuja un meandro perfecto en medio de un paisaje de roca rojiza. Desde el mirador, la vista es hipnótica: un abismo de casi 300 metros bajo nuestros pies, donde el agua azul contrasta con el desierto infinito. Nos quedamos un rato allí, simplemente admirando la obra maestra de la naturaleza.

La arena y la luz generan unas imágenes preciosas en Antelope Canyon

Hoy nos espera una grata sorpresa, y es que vamos a conocer Antelope Canyon, un cañón de ranura donde la luz se filtra en haces dorados, pintando las paredes de roca con tonos naranjas y violetas. Caminamos entre sus pasillos estrechos, maravillados por las formas ondulantes que ha esculpido el viento y el agua durante siglos. Cada paso es una postal, cada rincón un espectáculo visual.

Continuamos hacia un lugar mítico, un escenario que ha quedado grabado en la memoria colectiva: Monument Valley. A medida que nos acercamos, las gigantescas mesetas de piedra emergen en el horizonte como guardianas del tiempo. Esta tierra sagrada para los navajos es mucho más que un paisaje de película; es un símbolo de la América salvaje, un lugar donde el silencio tiene un peso propio.

Recorremos la pista de tierra roja que serpentea entre las formaciones más icónicas: los Mittens, el Totem Pole, la Elephant Butte. Cada curva del camino nos regala una nueva perspectiva de este paisaje eterno.

El sol se pone dejando una vista maravillosa del Gran Cañón desde los miradores

Nos despedimos de las siluetas de Monument Valley mientras la luz de la mañana las pinta de tonos dorados y rojizos. La carretera nos lleva a través del desierto de Arizona. Y entonces, tras kilómetros de tierra árida y cielos abiertos, aparece ante nosotros el Gran Cañón, el abismo se abre a nuestros pies, una fractura en la Tierra que desafía la imaginación. El río Colorado se abre paso a lo lejos, una línea verde serpenteante entre capas de roca de millones de años.

Exploramos los miradores del borde este, como Lipan Point y Moran Point, cada uno ofreciendo una perspectiva única de esta maravilla natural. El sol juega con los colores del cañón, que cambian del rojo intenso al púrpura y al dorado conforme avanza la tarde. Es un espectáculo que nos atrapa, una inmensidad que nos hace sentir pequeños y afortunados de estar aquí

El icono de la ruta 66 aparece pintado en el asfalto de la carretera

Nos despertamos con el amanecer sobre el Gran Cañón, cuando los primeros rayos de sol tiñen de fuego las paredes de piedra. Hoy exploramos la parte oeste del South Rim, donde miradores como Mather Point, Yavapai y Hopi Point nos muestran nuevas caras de este gigante. Caminamos por el Rim Trail, deteniéndonos a cada pocos pasos para absorber la inmensidad del paisaje. 

Cuando nos despedimos del cañón, ponemos rumbo al pasado: la mítica Ruta 66 nos espera. El camino nos lleva a Kingsman, un pueblo que parece congelado en los años dorados de la carretera más famosa de América. Gasolineras vintage, neones, moteles de época y diners con jukebox nos trasladan a otra época. Nos detenemos en uno de estos clásicos cafés de carretera para disfrutar de una hamburguesa y un batido, al más puro estilo americano.

El pequeño y colorido parque de atracciones en el Pier de Santa Mónica

Seguimos la Ruta 66, esa carretera legendaria que ha inspirado a generaciones de viajeros. Atravesamos pueblos fantasma y estaciones de servicio abandonadas, testimonios de una era en la que este camino era la arteria principal de América.

La carretera nos conduce hacia California y, finalmente, Los Ángeles nos recibe con su inmensidad de autopistas, rascacielos y palmeras que se mecen con la brisa del Pacífico. De la soledad del desierto pasamos al bullicio de la ciudad, donde todo es posible.

Exploramos Santa Mónica y Venice Beach, el lado más relajado de Los Ángeles. Caminamos por el muelle de Santa Mónica, donde termina oficialmente la Ruta 66. Sentimos la arena bajo los pies, observamos a los skaters de Venice y disfrutamos del atardecer sobre el océano. Después de días en el desierto, el sonido de las olas nos envuelve como una bienvenida a la última etapa del viaje. Los Ángeles nos espera.

Entrada al parque temático de Universal Estudios en Los Ángeles

Hoy dejamos espacio para que cada viajero elija su propia aventura en la ciudad de los sueños. Para los cinéfilos, Universal Studios ofrece una experiencia inmersiva en los mundos de sus películas favoritas, desde el mágico universo de Harry Potter hasta las trepidantes atracciones de Jurassic World y Fast & Furious. ¿O quizás prefieras el encanto clásico de los estudios Warner Bros., con sus escenarios icónicos y el famoso Central Perk de Friends?

Los amantes de la fantasía pueden optar por un día en Disneyland, donde la magia de los parques temáticos cobra vida entre castillos, personajes y atracciones inolvidables. Para quienes prefieran seguir explorando el pulso de la ciudad, barrios como West Hollywood, Rodeo Drive o Melrose Avenue son perfectos para una tarde de shopping y ambiente cool. Y, por supuesto, la playa siempre es una opción, un retiro perfecto para relajarse junto al Pacífico antes del gran final del viaje.

EL famoso cartel de Hollywood se alza imponente en la colina

Antes de despedirnos de la ciudad, nos damos un último paseo por los lugares más icónicos de Los Ángeles. Comenzamos en el Paseo de la Fama, buscando las estrellas de nuestros artistas favoritos mientras absorbemos el ambiente vibrante de Hollywood Boulevard. El Teatro Chino nos recuerda los tiempos dorados del cine, con sus huellas de leyendas estampadas en la entrada. El regreso a casa nos espera, pero nos llevamos con nosotros paisajes que parecen irreales, carreteras infinitas, cielos ardientes y la certeza de haber vivido un viaje épico.

Avión aterrizando en pista de aterrizaje

Tras un poco más de 2 semanas intensas de naturaleza salvaje, llegamos a casa con el cuerpo cansado pero el alma más feliz que nunca.

Fin de nuestros servicios. El orden del itinerario puede verse alterado por motivos organizativos, intentando mantener en la medida de lo posible todas las visitas indicadas o similares.

mapa

Precio

incluido En el precio

  • Billete de avión ida y vuelta de Madrid a San Francisco y de los Ángeles a Madrid con tasas incluidas. (Si quieres partir de otra ciudad, consúltanos y veremos cómo hacerlo posible)

  • 14 noches de alojamiento

  • Todos los desayunos incluidos

  • Acompañamiento y asistencia de tu Tropicoordi

  • Traslado los días de comienzo y fin de viaje entre el aeropuerto y el alojamiento

  • Coche de alquiler desde el día 4 hasta el último día, los cuales serán conducidos por el/la tropicoordi y vosotros/as, los viajeros/as

  • Entrada a todos los parques nacionales mencionados en el programa, entrada a Antelope canyon, a Monument Valley, a Alcatraz (bajo disponibilidad) y el parking Horseshoe Bend.

  • Seguro básico de viaje

  • Compensación de 1,66 toneladas de CO2 por persona en proyectos medioambientales como reforestación de bosques.

  • Regalo Tropiquea

  • Asesoramiento desde Tropiquea durante todo el proceso

No incluido en el precio

  • Comidas y bebidas no especificadas en "incluido en el precio"

  • Pequeños trayectos en bus, metro, taxis, etc...dentro de los pueblos o ciudades

  • Autorización ESTA para poder entrar en EE.UU. (21$)

  • Gasolina de los coches de alquiler

  • Cualquier otro servicio no indicado en "incluido en el precio"

NOTAS IMPORTANTES

  • En muchos alojamientos de EE.UU no ofrecen desayuno, cuando esto sea así, el desayuno incluido será de máximo 15$ por persona

  • En este viaje es probable que haya que compartir habitación entre 4 personas

  • En este viaje no está prevista la opción de habitación individual, pero consúltanos y veremos qué podemos hacer.

  • Todos nuestros coches de alquiler incluyen seguro. En el último pago, te solicitaremos una fianza de 100€ para cubrir posibles multas u otros gastos no cubiertos por el seguro. Este importe será reembolsado 45 días después de tu regreso.

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**proximamente abriremos nuevos viajes a costa oeste Grandes P.N.**

2 agosto al 17 de agosto

Plazas Disponibles

3.790 €

otras rutas por costa oeste ee.uu.

30 AGO

Búfalo en el parque de Yellowstone

Viaje a Costa Oeste

Yellowstone Cowboys

A punto de confirmarse

3.790

Vuelos incluidos

13 JUN

Búfalo en el parque de Yellowstone

Viaje a Costa Oeste

Yellowstone Cowboys

Plazas Disponibles

3.680 €

3.590 €

Vuelos incluidos

tropicoordi

Todos nuestros viajes van acompañados de un tropicoordi con mucha experiencia viajera e idiomas, además de ser proactivos, resolutivos y responsables, lo cual, junto a la preparación e información que les proporcionamos desde la agencia, los hacen la persona perfecta para garantizar que vivas una experiencia inolvidable.

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FAQS

¡Claro que no! Viajar solo es una aventura en sí misma, y no serás el único. La mayoría de nuestros viajeros son independientes como tú, así que no te faltará compañía para compartir historias y risas. Tendrás toda la libertad que buscas, sumada a la tranquilidad de estar en un grupo pequeño que pronto se sentirá como una familia viajera.

A la hora de hacer la reserva tendrás que abonar tan solo 100€, los cuales se restarán del precio del viaje total. Estos 100€ son reembolsables hasta la confirmación de la salida del viaje 

Una vez te confirmemos la salida del viaje tendrás que abonar el 60% y posteriormente, un mes antes de la salida, el resto.

Nos gusta lo bueno en dosis pequeñas, así que nuestros grupos son reducidos. Esto significa que tendrás espacio para moverte con libertad, conectar con el entorno, y vivir una experiencia más auténtica. ¡Nada de multitudes! Como máximo seremos 12 aventureros, porque menos es más

No se trata tanto de tener una forma física excepcional, sino de saber adaptarse al ritmo del viaje. Con una forma física normal podrás hacer todo lo que proponemos sin problema, y si algún día prefieres descansar o saltarte alguna actividad, ¡no pasa nada! Aquí se viaja a tu manera, siempre con buena onda.

El Tropicoordi es tu brújula humana, ese viajero experto que te acompaña durante todo el recorrido. Su misión es hacerte la vida más fácil: coordina al grupo, organiza la logística y se encarga de esas negociaciones clave con recepcionistas, tuk-tuks y cualquier imprevisto que surja. Aunque no haya estado antes en el destino, se lo estudia a fondo para que nada quede al azar y adapta la ruta al grupo como si fuera un experto local. Además, es el alma del equipo: ayuda a integrar al grupo y a que vivas un viaje auténtico y sin estrés.

En Tropiquea, sabemos que descansar bien es clave para disfrutar al máximo de la aventura, por eso cuidamos cada detalle de los alojamientos. Nos encanta que vivas la auténtica experiencia local, pero sin renunciar a la comodidad y la limpieza que necesitas para reponer energías. No nos van las grandes cadenas turísticas, preferimos ofrecerte algo más auténtico: acogedoras casas en el corazón de la ciudad, alojamientos locales con encanto, apartamentos cuidados o eco-lodges en plena naturaleza. Todo pensado para que descanses bien y vivas el destino como un verdadero local. ¡Tu comodidad también es parte de la aventura!  Te mandaremos los detalles de los alojamientos aproximadamente 15 días antes de tu salida, pero lo que podemos garantizar es que serán perfectos para disfrutar de tu experiencia y conectar con el destino. ¡Prepárate para ser sorprendido!

En Tropiquea, no nos gusta apilarnos todos en una misma habitación, ya que valoramos el buen descanso. Si viajas en pareja, tendrás habitación doble privada para vosotros.
Si te apuntas solo, lo habitual es que compartas en habitaciones dobles o como mucho triples con compañeros del mismo sexo (para asegurar esto último, intentamos cuadrar los grupos por género, pero a veces, si somos impares o el número de chicas y chicos no coincide, puede que alguien tenga la suerte de dormir en solitario sin pagar el suplemento). Siempre intentamos que las camas sean separadas, pero a veces, por las características del alojamiento o cambios de última hora, no podemos saberlo hasta llegar.
 
En algunos lugares viviremos experiencias auténticas como dormir en una jaima en el desierto, donde tendremos que compartir con más personas, pero es que, si no, no podríamos vivirlo de otro modo. En general, las habitaciones tienen baño privado para la habitación. Si nos alojamos en casas particulares o apartamentos, podrías compartir con tan solo otra habitación más el baño, pero siempre será dentro de nuestro propio grupo.

El precio del viaje incluye un seguro de asistencia en destino, que cubre posibles contratiempos que puedan surgir durante el viaje. También ofrecemos un seguro de cancelación del viaje que puedes contratar en el momento de la reserva o de la confirmación del viaje. En este enlace puedes encontrar toda la información del seguro básico.

¡Sí, te lo recomendamos mucho! Además de ampliar las coberturas sanitarias del seguro básico incluido, el seguro de cancelación te da una capa extra de tranquilidad. Una vez confirmado el grupo, reservamos vuelos y otros servicios del viaje, lo que hace que no podamos reembolsar el total si decides cancelar. Con el seguro, podrás estar más relajado, sabiendo que cualquier imprevisto cubierto por el seguro te hará no tener que preocuparte por las condiciones de cancelación. Puedes encontrar los términos y condiciones pinchando aquí

Un mes antes de la salida, abrimos el grupo de WhatsApp con el Tropicoordi para que todos podamos ir conociéndonos, resolver dudas, compartir expectativas y, por supuesto, ¡empezar a sentir la emoción del viaje! Es el espacio perfecto para preparar todo, hacer preguntas y ponernos al día sobre los últimos detalles.

¡Claro que no! Viajar solo es una aventura en sí misma, y no serás el único. La mayoría de nuestros viajeros son independientes como tú, así que no te faltará compañía para compartir historias y risas. Tendrás toda la libertad que buscas, sumada a la tranquilidad de estar en un grupo pequeño que pronto se sentirá como una familia viajera.

Costa Oeste grandes parques nacionales – 2 agosto (verano)

*Puedes pagar la reserva de 100€ o pagar la cantidad total del viaje. 

*En el checkout podrás elegir las opciones de los seguros y la habitación.